Kasandra es el seudónimo que Karin Silva Noriega suele utilizar para firmar toda su creación. Este blog significa para ella la katarsis de su alma, de su filosofía y de las cosas que ella considera "sin importancia". ¡Qué la disfruten!

martes, 31 de enero de 2012

Los feos son más ricos…

La noche en que mis amigas y yo nos reunimos en un conocido café de Miraflores a conversar sobre asuntos de trabajo que no se pueden hablar en la oficina (como rajar del jefe), comenzamos a hablar sobre un picante tema.

Sentadas, con las minifaldas apretadas, la espuma del café en los labios y con el cigarro en la mano empezamos a charlar sobre el clima laboral y del por qué el jefe estaba tan insoportable. “Se está divorciando de su esposa”, dijo Carla (obviamente este no es su nombre), tomó un sorbo de café, levantó la ceja y dijo “seguro que ese huevón le ha sacado la vuelta” volvió a murmurar.

Sofía dijo entonces que era imposible, que el jefe es demasiado feo como para que otra se fije en él, además de viejo. Entonces yo interrumpí con la frase “Pero tiene plata”. Nos miramos… y tomamos otro sorbo de café, y yo le di una pitadita a mi cigarro.

“¿Alguna vez se han acostado con un feo?” les pregunté… su silencio y sus miradas esquivas me lo dijeron todo. “Yo sí” les revelé para darles confianza y recordé a aquel hombre mientras la piel se me erizaba.

En eso Carla que aún no aceptaba que se había acostado con un feo me dijo “y? qué tal era?” Entonces yo hice una mueca exagerada agitando las manos. “Como los dioses. Como dice el dicho feo pero sabroso” trate de contener la sonrisa pero no pude.

Sofía entonces interrumpió “Me estoy acostando con un feo y encima misio”. Nosotras la miramos sorprendidas porque es una de esas mujeres que tienen el perfil de “señoras” y al parecer tenía sus secretitos. Obviamente le preguntamos por su marido, y le hicimos hincapié de que era muy guapo y además tenía una buena posición económica. Pero ella movió la cabeza y dijo… “El feo es más rico”.

Tomamos otro sorbo de café. “¿Tu marido no es bueno en la cama?” le preguntamos. “Bueno, cumple su función, pero me trata como su reina. En cambio el otro… (Tomó un sorbo de café) me trata como su esclava… no sé… quién me entiende” (nos reímos).

Carla estaba escuchando con atención a Sofía cuando le pregunté “y qué fue de Lucas?” Recordando a uno de los novios más feos que le he conocido. “Nunca me acosté con él, pero sí con su primo”. A Sofía y a mí se nos salió el café por la nariz. “Pero nunca quise tener nada serio porque no tenía un futuro prometedor, pero sí… ha sido el mejor amante” continuó.

Sofía exclamó “Ah sí, te refieres a Ricardo?”, Carla la miró sorprendida… “¿lo conoces?”, a los que la otra respondió “Sí, él es el jardinero de mi casa”. Muy hábilmente refuté “vaya, tu marido tiene al enemigo dentro de la casa”. Sofi enrojeció, hizo una mueca de mujer sorprendida, vio la hora y dijo que era muy tarde “señoras, lo siento, me tengo que ir”. Carla aún no dejaba de reírse “no te preocupes, eso fue hace años, cógetelo que es excelente” y Sofía se fue. Carla y yo aún reíamos mientras a mí se me erizaba la piel recordando a Ricardo y envidiando a Sofía. “Es mejor que no sepa que somos amigas”.

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