Kasandra es el seudónimo que Karin Silva Noriega suele utilizar para firmar toda su creación. Este blog significa para ella la katarsis de su alma, de su filosofía y de las cosas que ella considera "sin importancia". ¡Qué la disfruten!

jueves, 17 de septiembre de 2009

Te voy a extrañar

I
Al mirarte,
noto la frialdad de tus ojos,
el sarcasmo de tu sonrisa
y la belleza que Dios puso en tu cuerpo.
No sé qué ves en mí,
pero esto es lo que veo en ti.

Busco en tu alma a la mujer que algún día amé,
aquella virgen que ignoraba la sensualidad de su andar,
del poder que tenías sobre mí para hacer tu voluntad.
Parecías inocente, inconsciente de tus actos.

Mañana intentaré buscarte,
y sé que me rechazarás,
mañana, quizás mañana,
me regalarás una sonrisa y
tu lindo meneo al andar.

Mujer extraña que
mientras se mira al espejo
busca lo que jamás recuperará:
juventud, esperanza y amor.

¿Quién eres tú?
Ni siquiera lo sabes,
crees que eres única, especial,
con un gran destino.

No eres más que una fémina sin rumbo
ni camino.
Crees tenerlo todo
pero ni siquiera te tienes a ti.
Vas en busca de la felicidad,
para satisfacer tu necesidad
pero solo encuentras tu vanidad
la que jamás te va a abandonar.

Amas sin medida,
por eso que tan rápido se termina,
te entregas sin pensar
y ni siquiera yo te puedo parar.


II

—Te amo —te susurré al oído.
Pero tu mirada fría me dijo que ya te habías ido.
Mañana te buscaré,
y encontraré nuevamente esa muralla
construida con tus frías miradas
para alejarme hasta el alba.
Me pides perdón, porque según tú
este desprecio no es voluntario
es consecuencia de mi olvido
Y de aquellos malos ratos.
—Te he olvidado— me dijiste.
—Te he soñado— te respondí.
Entonces vi aquella mirada perdida
Y, otra vez, tus ojos se tornaron grises.
—¿Por qué te alejas? —pregunté.
Tu silencio dijo más que cualquier palabra.
—¿Por qué me dejas? — volví a decir.
—Mañana, quizás mañana te diga.
Entonces, mañana iré a buscarte,
ya sé cual será tu respuesta
—Esta pared siempre la quise poner,
entre tú y yo, para no llegar a esto —dirás.
— ¿A qué? —te responderé yo.
—Al final de todo, al final del amor.
Entonces me dolerá
y recordaré los mejores momentos.
Pero eso será mañana,
el mañana que jamás llegará
el mañana que evadirás
el mañana al que temerás
porque estarás sumergida en tu soledad.
Mujer afligida, sola y de aire virginal
Quizás te voy a extrañar.